En una alocución presidencial transmitida en la noche del lunes 29 de diciembre, el presidente Gustavo Petro Urrego anunció la implementación del salario o ingreso mínimo vital familiar, una de las apuestas sociales más ambiciosas de su gobierno para 2026. Durante el mensaje, el mandatario estuvo acompañado por su hija, Antonella Petro, y por el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, en un gesto que combinó lo simbólico y lo institucional.
Según explicó el jefe de Estado, el salario mínimo vital, sumado al auxilio de transporte, alcanzará los 2 millones de pesos, lo que representa un incremento del 22,7 %, pasando de $1.746.882. Petro señaló que esta decisión no solo impacta positivamente los ingresos de millones de hogares colombianos, sino que también fortalece la economía nacional.
“Son medidas que van directamente a reducir la pobreza y aumentar el empleo. Al crecer la demanda, los empresarios van a vender más y, por tanto, necesitarán más trabajadores”, enfatizó el mandatario durante su intervención.
El presidente sostuvo que el objetivo central de esta política es disminuir la desigualdad social, mejorar las condiciones de vida de las familias trabajadoras y dinamizar el mercado interno. En ese sentido, aseguró que el aumento del salario mínimo vital debe entenderse como una inversión social y económica, más que como un gasto.
La presencia del ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, refuerza el carácter técnico y laboral del anuncio, mientras que la compañía de Antonella Petro fue interpretada por sectores ciudadanos como un mensaje simbólico sobre el impacto de estas decisiones en las nuevas generaciones.
Con este anuncio, el Gobierno nacional marca el cierre del año con una de las medidas más relevantes en materia laboral y social, que promete generar amplio debate entre empresarios, trabajadores y analistas económicos en los próximos meses.
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